La calidad de aire interior está determinada por la presencia de gases y vapores orgánicos e inorgánicos, dentro de los cuales se encuentran los compuestos orgánicos volátiles llamados “COV”, Tales como:
Hidrocarburos, monóxido de carbono, aerosoles inhalables, humos, bioaerosoles, microorganismos y subproductos.

Los sistemas de ventilación/climatización suelen incluir algún sistema de tratamiento del aire, generalmente filtros para retener materia particulada. Sin embargo, este tipo de filtros no tienen ningún efecto sobre los COV.

Para eliminar gases y vapores son necesarios otros tratamientos, como la adsorción basada en la retención de los COV. El carbón activo es uno de los mejores , debido a su alta capacidad de adsorción y a su importante área superficial específica.

Actualmente en el aire acondicionado, la aplicación más difundida de luz UV es con fines germicidas y de forma muy concreta en los serpentines de enfriamiento, es decir, se utiliza para mantenerlos limpios, libres de algas u hongos, esto ayuda para mantener su eficiencia térmica y evita el uso de germicidas en las bandejas de condensados.

Otro uso sumamente importante, es la eliminación de la carga biológica del aire, esto significa que la irradiación ultravioleta tipo C (UVC) es capaz de eliminar microorganismos entre ellos los VIRUS como el que produce COVID 19 los cuales puedes ser aerotransportados.